Algunas claves importantes para entender a Francisco (de cara al Sínodo de la Amazonía)
Dr. Elio Masferre K. (ENAH-INAH México)
El 13 de marzo de 2013 fue designado Jorge Mario Bergoglio Obispo de Roma, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y monarca de la ciudad del Vaticano. Aparentemente es un hombre inescrutable, sus propuestas sorprenden a muchos y les parece imposible de creer que un Papa tome ciertas actitudes. Otros colegas tratan de entender su pontificado desde la lógica de su gestión como Arzobispo de Buenos Aires. Es lo más equivocado, en la Iglesia Católica y particularmente los jesuitas no pueden entenderse como personas en particular, sino como hombres que se han donado a la Iglesia y que desarrollan sus estrategias y comportamientos en función de su posición estructural, no en forma vacía y formal, sino en la perspectiva de desarrollar un proyecto institucional que beneficie a la Iglesia y la saque de la encrucijada y la parálisis.
Con este propósito la Compañía de Jesús fue fundada en el siglo XVI, y si hoy fue designado el primer Papa originario dela misma, es porque los cardenales del Cónclave estaban convencidos que la situación era gravísima y que la Curia Romana estaba llevándola a la descomposición y el fracaso más notable. Era evidente que los cardenales sabían que la mafia de la Curia había obligado a Benedicto XVI a renunciar y que ésta era la última oportunidad. Lo extraordinario era ver a un jesuita, que viene casi del fin del mundo, del Sur, que no fuera europeo y menos, italiano. No vivía en la lujosa residencia arzobispal, no tenía automóvil y se movía en transporte público. Precisamente por todas estas peculiaridades o excentricidades lo designaron.