¡Hasta encontrarla! El drama de la trata y tráfico de mujeres y niñas en Tlaxcala y México
Karla tiene 11 años y la mañana 13 de enero pasado salió de su casa, en San Pablo del Monte, Tlaxcala, en dirección a la escuela. Nunca llegó y desde entonces sus familiares no saben nada de ella. La han buscado incansablemente en el estado y localidades circundantes y lo único que han encontrado es negligencia y desinterés por parte de las autoridades gubernamentales, quienes a pesar de lo evidente tardaron 21 días en activar la «alerta amber» por la niña y han establecido una política de entorpecimiento y encubrimiento de un drama de proporciones épicas en Tlaxcala y en todo el país: la trata y tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.
José Guadalupe Sánchez Suárez
Observatorio Eclesial /Secretariado Social Mexicano
Escucha el pronunciamiento de la Diócesis de Tlaxcala en el Día Internacional de la Mujer
Así lo ha señalado la diócesis de Tlaxcala en su IV Congreso por la Dignidad de la Mujer, el pasado 26 de febrero, en el contexto del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y a 40 días exactos de la desaparición de Karla, en el que emitieron un pronunciamiento público para denunciar que el caso de Karla no es un caso aislado, sino el emblema de la tragedia y peregrinar de muchas familias en el estado, que ven desaparecer sistemática e impunemente a sus hijas, y tienen que emprender ellas mismas, contra viento y marea gubernamentales y sociales, la búsqueda de sus seres queridas: con alertas ciudadanas, a través de organizaciones sociales solidarias, e incluso arriesgando la vida en burdeles y hoteles donde, es vox populi, cientos de niñas y mujeres son explotadas sexualmente con la inoperancia o complicidad de las autoridades policiacas, a la que se suma una larga lista de irregularidades y negligencias de la procuraduría estatal en el tratamiento de los casos denunciados.
Con lágrimas inútilmente contenidas en los ojos, Olga Tezmol, la madre de Karla, relató ante la opinión pública el calvario que han tenido que atravesar y exigió a las autoridades actuar a la altura de la tragedia que se está viviendo en el estado más pequeño del país y el de más altos índices de trata de personas al grado de ser, en muchas localidades, parte de la cultura cotidiana en que crecen niñas, niños y jóvenes; como ya señaló de manera documentada el Centro de Derechos Humanos y Desarrollo Local «Fray Julián Garcés» en su informe 2015 sobre el tema y donde señala evalúa «que la acción pública contra la trata de mujeres en Tlaxcala solo es una simulación del gobierno en turno».
En tal escenario, tras un panel de especialistas, conferencia de prensa y marcha-peregrinación al palacio de gobierno del estado, los convocantes del citado IV Congreso, hicieron un llamado a toda la sociedad a unirse en la búsqueda de Karla y tantas niñas desaparecidas, así como a exigir a las autoridades las medidas necesarias para encontrarlas.
En un contexto nacional de violencia generalizada, es evidente que uno de los problemas que más se han agudizado y que más se encubren, es el relativo a los derechos de las mujeres, pues junto al tema de la trata de mujeres, está el de los índices de feminicidios, en aumento en un cada vez mayor número de estados del país, ya no sólo reflejo de una cultura machista y patriarcal como la mexicana, sino sobre todo de la debacle nacional que alimenta la impunidad, el abuso y toda serie de tragedias que tienen en mujeres y niñas, connacionales y migrantes, su principal objetivo.
En víspera de la conmemoración del día internacional de la mujer, estamos todas y todos llamados a combatir toda forma de violencia y discriminación por motivos de género y a recordar que más que un momento de celebrar, es momento de tomar conciencia de la responsabilidad social que tenemos (en particular los varones) de modificar aquellas formas de pensar y actuar (en lo personal, social e institucional) que no favorecen la igualdad y la equidad sino alimentan la violencia estructural y social hacia las mujeres. Es una tarea permanente y hoy más que nunca más urgente.