Coyuntura Electoral 2018. Por Enrique Marroquín
Enrique Marroquín
8 de septiembre de 2017
• Prácticamente, esta semana ha dado comienzo el proceso electoral del próximo año. Estarán en disputa, además de la Presidencia nacional, 3, 415 cargos de elección popular (diputados y senadores federales o estatales y numerosos alcaldes). Se perfilan los contendientes. Seguramente este mes se conocerán. Pero en esta semana se observó un intenso movimiento de las fichas partidistas. Como en otras ocasiones, les propongo mi humilde opinión, basada en los artículos de mi diario favorito, La Jornada.
• Estas elecciones son importantes, dado el hartazgo que tiene la población de este gobierno, incluyendo toda la clase política y en especial el PRI. Afortunadamente termina el sexenio; aunque deja el país en ruinas, con las desigualdades sociales más grandes del Continente, con multitud de homicidios (25% desde 1990; 23,000 FC. 104,650 en sexenio, 16,500 este año), desaparecidos (Ayotzinapa), secuestros, extorsiones, fosas clandestinas y violación de DDHH (120 asesinatos de defensores) (periodistas asesinados 30), con una cínica corrupción (lugar 123/190) (2% PIB; inseguridad 1%) e impunidad, con la destrucción del tejido social, de la ecología y con el entreguismo hacia el exterior, ahora más adverso…
• Lo más cínico es la evidente imposición dictatorial: las elecciones del Estado de México con los fraudes y recursos ilegales, la arbitrariedad del árbitro electoral (con su enorme presupuesto de 25 mmdp, de los cuales, 6.5 mmdp para Partidos) y el control de los media (espionaje electrónico y asesinato de periodistas). Ante esto, la oposición había pensado que la construcción de la democracia y la derrota de nuestra “dictadura perfecta” sólo podría lograrse mediante un frente amplio de todas las fuerzas en contra del PRI.
• El PRI está desgastado y no tiene gente qué poner –ni siquiera con sus partiditos “paleros” (PV, PES, PANAL)–. Peña quisiera como candidato a algún priísta de su gabinete (Nuño, Narro o Chong), o si no fuese posible, otro que garantice la continuidad de su modelo económico; aunque no fuese priísta (Mead). Manlio Beltrones, en cambio, propone un candidato de centro izquierda; pero no tuvo eco. Aunque el PRI como Partido sería el que podría recabar más votos (salvo Morena), en caso de que la oposición se uniera tendría posibilidad de ganar. La contienda electoral sería entre el PRI y el Frente Amplio Democrático.
• Por tanto la primera estrategia priísta fue evitar la formación el Frente Amplio Democrático. Sin embargo, el enemigo a vencer sería MORENA, mucho más poderoso. Se pensó la posibilidad de cierta alianza oculta del PRI con el PAN. Su oferta fue apoyar a Margarita Zavala, y para ello, desacredita a sus rivales del Partido: Anaya (denunciando una propiedad de 380 millones cuya procedencia no está clara) y Moreno Valle (descubriendo su red de espionaje político). Incluso el PRI estaría dispuesto a dejarse ganar presentando un candidato de pocas probabilidades, y como hizo en las elecciones del 2006, cuando se veía que el peligro mayor del proyecto económico político vigente era el AMLO, el PRI sostuvo a Roberto Madrazo, un candidato inviable.
• Pero en esta ocasión aquella salida no parecía ser posible, pues no sería pensable que muchos perredistas, los aliados más fuertes del PAN, votaran por la Zavala Calderón, enemigo inveterado, y si Margarita se postulara, el Frente Amplio fracasaría y los perredistas inconformes fortalecerían a MORENA.
• MORENA (a la que se une ahora el PT) advierte –como mucha gente– que lo peor del PRI es que haber formado una cultura política de fraude y corrupción muy arraigada que ha contaminado a todos los Partidos, las instituciones e incluso a la clase empresarial, y por tanto, no confía en esta la oposición del Frente Amplio (PRI-AN-PRD, y ahora MC). Descontando el protagonismo de Andrés Manuel y su discurso elemental y simplista, denuncia que la verdadera oposición no es solamente el PRI, sino de toda la clase política en contubernio con la empresarial que se ha beneficiado ilegalmente del agresivo modelo neoliberal, la “mafia del poder”. AMLO ha trabajado bien, muchos lo apoyan concordando en la detección del verdadero enemigo. Mucha gente cree en él y se le incorpora; aunque no todos sean igualmente confiables.
• EPN Sabe que el enemigo mayor es AMLO, y su estrategia es desprestigiarlo y alentar el temor hacia él (como en su tiempo hizo Fox, al considerarlo un “peligro para México”, o pretendiendo asustar a la gente con “otro Chávez o Maduro”). Pero tanta insistencia en desprestigiarlo se revierte en favor del estigmatizado. EPN, V Informe Presidencial, expresó el siguiente comentario por demás revelador, y como lo comenta José Blanco, es “la cereza del pastel” :
: “…Hace muchos años que el país no se encontraba ante una encrucijada tan decisiva y determinante como la actual. ‘La disyuntiva es muy clara: seguir construyendo para hacer de México una de las potencias mundiales del siglo XXI o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado’… ‘El futuro es incierto, pero sabemos adónde queremos llegar. El pasado es conocido y por eso sabemos qué queremos o qué debemos evitar’. El porvenir tiene que construirse y protegerse cada día, ‘sobre todo cuando existen riesgos visibles de retroceso’”.
Como observa el articulista, el Presidente habla en primera persona del plural, y ese “nosotros” que “saben adónde llegar” no son sino el grupo desvergozadamente favorecido con el proyecto neoliberal impuesto, y ya sabemos cómo sería esa supuesta “potencia mundial del siglo XXI”.
• El PRD también está dividido. Resentido, ve a AMLO como traidor, y prefiere unirse a sus tradicionales enemigos políticos (los panistas), para ir contra el PRI y contra Morena. Pero esto, más que ayudar al PRD lo perjudica, pues diluye su ideología y lo debilita. A muchos perredistas no agrada el Frente Amplio y apoyarían a Morena. Ha sido significativo que esta semana haya salido del Partido la corriente de “Izquierda Democrática”, que en la convención de Partido tuvo 10,000 delegados (de los cuales 7,500 no aceptaron el Frente) y que ahora se suman a Morena (aunque parece que sin afiliarse a este Partido). Sin embargo, se revela cierto descontento al interior morenista: Monreal no aceptó a Clara Steinbaum para Jefa de Gobierno de CDMX. AMLO lo regañó en su megamitin; pero le ofrece PEMEX o Educación.
• La oposición antipartidos, que en México como en otras partes del mundo tiene fuerza, como rechazo a la clase política en su conjunto, muestra su ineficacia (como se ha visto con otras opciones antisistémicas, desde Trump, el Brexit o contra la Paz en Colombia). La mujer indígena, candidata por los zapatistas y el Congreso Nacional Indígena es conciente de su inviabilidad y su presencia pretende ser simbólica (por eso no importa tanto su nombre), y en la práctica, resta votos a una opción, que sin ser la deseable, en este momento parece la mejor. Emilio Álvarez Icaza parece darse cuenta que su “¡AHORA”! no es para “ahorita”.
• Hay otro aspecto que teme personalmente EPN y su grupo: si AMLO gana les puede ir mal, y hasta podrían ser acusados penalmente. Para cubrirse sus espaldas proponen al procurador Raúl Cervantes para fiscal anticorrupción (una demanda muy sentida por la sociedad civil), y que además, sería posible (que el actual procurador se convierta, mediante “pase automático”, en el nuevo fiscal anticorrupción), puesto que es lo constitucional, reglamentado cuando se cambió la PGR por esta fiscalía.
• Finalmente, esta semana se aprobó el Frente Amplio, registrándose el jueves pasado como “Frente Ciudadano por México”. Pero este bloque hasta ahora no sabe a quién poner. Proponen un candidato sin Partido y favorable a la Izquierda; pero De la Fuente no aceptó, Woldemberg no se prestaría y Mancera está algo quemado…
• Anaya, conciente de todo esto, presenta su batalla, oponiéndose fuertemente al nombramiento de Raúl Cervantes. Como Procurador no ha hecho nada relevante, no se han enjuiciado a los voraces exgobernadores, no han aparecido los estudiantes de Ayotzinapa, no se ha disminuido la delincuencia… El rechazo de Cervantes cuenta con apoyo amplio tanto de la oposición como de la sociedad civil. Pero el PRI tiene muchos senadores, y para ganar necesita unos sólo unos cuantos votos más de panistas. Para ello propuso a Cordero como presidente del Senado con lo que podría jalarse a algunos panistas. De hecho Gil Zuarth, Javier Lozano y otros pocos más aceptaron el nombramiento contra la directiva de su Partido, que amenaza con expulsarlos. Como medida de presión, el PAN, con sus aliados del PRD y MC, rechaza el nombramiento de la Presidencia de la Cámara de Diputados, con lo que la Cámara queda a la deriva y para viernes 8 no habría nadie quien recibiera formalmente el presupuesto que manda Hacienda para el 2018 (con el dinero de los Partidos). El PRI criticó ásperamente al PAN por este chantaje (moneda de cambio: Presidencia por Fiscal), y Morena no votó con la oposición, pues le pareció una medida desesperada, con lo cual mostró hábilmente respeto a las instituciones. Finalmente, el jueves pudo elegirse la directiva, quedando el priísta Ramírez Marín, por votación unánime, con el hábil abstencionismo de Morena. El Senado (Gamboa Padrón) respeta la promesa de los diputados (Cesar Camacho) y acepta la propuesta de Peña de codificar la Constitución, de modo que no haya “pase automático” para Cervantes.
• Estaremos pendientes en este mes para conocer quiénes serán los contendientes en esta coyuntura.
Muchas gracias a: «Observador Eclesial» por este maravilloso análisis «Coyuntura 2018», me parece que es muy objetivo, realista, iluminador, conscientizador y comprometedor; a la vez es muy preocupante porque gran parte de la población mexicana no es consciente de la situación actual del país en lo político, económico, social y eclesial. Espero y deseo que este «Observador Eclesial» se convierta también en un «Despertador Eclesial» y en un «Despertador Social». Muchas gracias, Dios Padre Misericordioso y María Santísima siempre les bendigan.
«Muchas gracias por aceptar y publicar mi Comentario anterior…»