Concluye Congreso de Teologías y Experiencias de Liberación en México

DSC_0009Este miércoles 2 de diciembre de 2015 dio inicio el Congreso de Teologías y Experiencias de Liberación “Raíces y Nuevos Horizontes de Liberación Hoy” donde se propicia el encuentro de antiguas y nuevas experiencias de liberación, la construcción colectiva en la diversidad, el intercambio intergeneracional, intercultural e interreligioso. Lo anterior, en el marco de los 50 años del cierre del Concilio Vaticano II y de las  múltiples y diversas expresiones de la teología de la liberación que inundaron nuestro continente de radicales opciones desde, para y por los más pobres del continente. Con este contexto, el congreso se inauguró con un panel magistral compuesto por el Enrique Dussel, Leonor Aida Concha y Cesar Pérez Guzmán.

Leonor Aida Concha abrió el panel inaugural compartiendo la experiencia de las Hermanas del Servicio Social impulsando los movimientos feministas en México, conscientes de que, impulsadas por el Concilio Vaticano II, “la tarea importante a realizar es ir directamente a la problemática humana, a la problemática social”. Como horizonte buscan que se produzca una teología, una  pastoral donde la Iglesia atienda la lucha de liberación de las mujeres. Insistió en “la profundización del significado de la masculinidad como un tema prioritario inicial a ser considerado por los varones de Iglesia, porque en las Iglesias se vive el patriarcado”.

Escucha la ponencia de Leonor Aida Concha

En su participación, Enrique Dussel no hizo una exposición sino un testimonio. Compartió cómo es que su historia personal le ha llevado a un cristianismo profundo y personal que se compagina completamente con su labor como historiador e investigador del marxismo. Como reflexión teórica, Dussel aclaró que la Iglesia católica surgió como un movimiento que criticaba al poder, al imperio. Sin embargo, sufrió una inversión ideológica que la llevó a justificar y permitir la esclavitud, las matanzas de la conquista de América y a servir y colaborar con los poderes imperialistas durante muchos siglos: «El cristianismo ahora justificaba a los poderosos y mataba a los pobres”, en ese sentido, Dussel acepta que la Teología de la Liberación lo comprendió y dijo que “no funciona más, no vamos a apoyar al Estado, vamos a apoyar a los pobres”. Explicó el porqué “hay que hacer una crítica al colonialismo” y advirtió que “sí no la reformamos, la Iglesia no va a ser lo que Jesús quería: la que va por el mundo y predica el evangelio a los pobres”.

Escucha la ponencia de Enrique Dussel

El panel fue cerrado por el pastor metodista Cesar Pérez Guzmán que nos mostró cuál ha sido la relación de los pastores metodistas con las luchas de liberación, de cómo han caminado al lado de las causas populares. Puso especial atención a las luchas y acciones de Rubén Jaramillo en el estado de Morelos. Pero no se quedó allí, mencionó las luchas del todo el siglo XX y cómo, a partir de un coincidir de acciones de soildaridad latinoamericanas, se creó un movimiento ecuménico que tendría como consecuencia el surgimiento de organizaciones y acciones más amplias de solidaridad. Cesar realizó un análisis de la realidad actual en el país y dejó claros los retos (saqueo y despojo de recursos, reformas estructurales, represión) que enfrentan los movimiento sociales y las iglesias en México. Concluyó llamando al ecumenismo, a tomar conciencia de que es “la hora de la sociedad civil, […] vamos por el derecho a la justicia y la equidad […], por el reconocimiento de las diferencias sin exclusión de nadie […] vamos a imaginarnos un mundo nuevo”.

Escucha la ponencia de Cesar Pérez Guzmán

Durante el jueves 3 y viernes 4 de diciembre de 2015, las personas asistentes trabajaron en las mesas: Género y teologías, Fe, Economía y Política, Religión y nuevas generaciones, Ecoteología y Ecofeminismo, Fe y reconstrucción del tejido social, Reformas de las iglesias; compartiendo experiencias de liberación, ubicando aprendizajes y desafíos y prefilando horizontes de trasnformación y compromiso liberador frente a las nuevas y más crudas formas de opresión que hoy vivimos que tienen rostro de violencia estructural, feminicidios, desaparición forzada,  despojo de la tierra, desplazamiento y migración forzadas, discriminación por diversidad sexual, entre muchos más que invitaron a un compromiso serio y continuado desde las prácticas liberadoras de las y los participantes y a la construcción de una agenda político-eclesial de carácter nacional.

En el Congreso participaron cerca de 100 personas venidas de distintas partes de la república mexicana (Ciudad Juárez, Jalisco, Coahuila, Querétaro, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Veracruz y Chiapas), y contó con la participación y acompañamiento activos de las teólogas Marcia Blasi (de la Escuela Superior de Teología, de Sao Leopoldo, Brasil) y Maricel Mena (de la Universidad de Santo Tomás, de Bogotá, Colombia).

Ambas, al cierre del Congreso expresaron su alegría por haber compartido experiencias no tan distintas a las de todo el continente y participar en un esfuerzo singular e indédito donde las voces de los pobres, de las bases eclesiales fueron escuchadas y dialogaron entre sí para econtrar juntas caminos y horizontes de liberación.

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