NINGÚN COMPROMISO Y MALTRATO: Denuncian padres y madres de los 43, tras reunión con Peña.
Zócalo de la Ciudad de México, a 24 de septiembre de 2015.
«Ya sabíamos que era una visita de rutina, no esperamos nada de él» dice uno de los padres de #AYOTZ1NAPA, en conferencia de prensa en el zócalo capitalino, donde desde ayer mantienen un ayuno de 43 horas en la víspera del 26 de septiembre, primer aniversario de la noche más triste, la de Iguala.
Denuncian que Peña no asumió ningún compromiso, de los ocho puntos que ellos demandaban, y rechazan cualquier intento del gobierno federal de cerrar o diluir el caso.
Al asumir Peña solo compromisos ya hechos ante la demanda de la CIDH en su informe sobre el caso, los padres y madres de Ayotzinapa rechazan rotundamente las pretensiones de Peña de dividir el movimiento de víctimas de desaparecidos y desaparecidas, al querer crear una fiscalía especial sobre desaparición forzada ad hoc al caso Ayotzinapa, cuando ya corre una iniciativa paralela en las cámaras que lleva el respaldo de muchos sectores y de los padres mismos.
Entre consignas de solidaridad y exigencias de renuncia de Peña Nieto (sobre todo al saber del trato irrespetuoso y violento de que fueron objeto padres y madres durante el encuentro con el presidente), las y los familiares de Ayotiznapa han fijado su postura y llaman a la sociedad aun irse a su reclamo este 26 de septiembre, en la marcha que partirá al medio día desde Los Pinos al zócalo capitalino.
Lejos de lo que pudiera esperarse, la fuerza de esta lucha por los 43 con vida no amaina y ha crecido a medida que se acerca el primer aniversario de la desaparición forzada de los estudiantes de la normal Isidro Burgos, gracias también a la solidaridad y presión internacionales y a la oportuna intervención de la CIDH con su informe sobre el caso y la visita in situ a México en estos días.
Ayotzinapa es el emblema de la tragedia que asola nuestro país, pero también el símbolo de la resistencia que hoy por hoy empieza a convocar a todas las luchas. #VivosLosQueremos es la consigna que llevamos grabada en el alma y las entrañas y acompaña cada lucha y protesta de indignación por la barbarie en que nos tiene sumido un estado criminal.